sábado, 18 de diciembre de 2010

Camino.


Vas caminando, creyendo que sabes el camino correcto, la dirección que te llevará hacía lo que deseas, hacía lo que has estado esperando desde hace tiempo. Vas superando cada obstáculo, vas evitando caer en las trampas, vas esquivando la desviaciones, te vas levantando ante cada caída. Nada ni nadie te puede parar, eres el dueño de tu propio mapa, del camino que quieres escoger hasta poder llegar hasta tu destino.

Pero... que pasa cuando llegas al final del camino y no encuentras lo que esperabas. Es ahí cuando todos tus sueños se rompen en mil pedazos, cuando las lágrimas de derrota empiezan a caer para no cesar nunca. Las esperanzas se las lleva el viento, caes al suelo sin aliento, pensando que todo acabó que ya no hay nada más por lo que luchar. Y cuando estás sumida en la más fría oscuridad, cuando crees que ya nada puede arreglar lo que está hecho. Aparece una luz, una mano que te ayuda a levantarse para que sigas adelante. Alguien que te hace abrir los ojos, para que veas, que donde tu viste el final del camino, él ve otro camino que empieza.

1 comentario:

  1. Qué bonito, y esto siempre nos pasa, pero lo mejor es ir hacia delante, por muy fantastico qeu sea el pasado y duro queparezca el futuro (;

    ResponderEliminar