domingo, 24 de abril de 2011

A veces.




Cada uno sabe lo que hay, lo que tiene y lo que puede llegar a tener. Se puede llegar a ser conformista o inconformista, es una decisión que siempre está en nuestra mano. A veces uno prefiere cegarse, no abrir los ojos y darse cuenta de lo que realmente hay, a veces y solo a veces es más fácil resguardarse bajo un velo de mentiras que uno se dice así mismo para no tener que sufrir. Pero llega un momento en el que alguien que te quiere te obliga a darte cuenta, aunque la verdad sea dura y dolorosa. Te hace sentir como una mierda, solo para que te quieras, para que pienses en ti mismo, para que no te conformes viviendo lo que no quieres vivir. Esa persona que se preocupa por ti, que te aprecia y no quiere verte sufrir en silencio. Que aunque pierdas todo con esa verdad sabrás que esa persona por mucho daño que te hizo fue por tu bien, fue para que te dieras cuenta de cuanto vales, de lo que te mereces. Porque aunque queramos vivir en nuestra propia historia inventada, no merecemos eso, merecemos algo mejor, una historia verdadera que nos haga sentir como deberíamos hacerlo.

El problema es cuando rehusamos a hacerlo a sabiendas de cuan mal estamos por dentro, cuando no nos valoramos lo suficiente y nos conformamos con vivir con lo que tenemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario