domingo, 3 de junio de 2012

Sonríe.


Lo di todo por perdido, dejé de creer tras tantas decepciones, rompí todos aquellos cuentos de papel que con simple gotas de lluvia se fueron desmoronando. Y cuando ya no daba nada por nada, una única mirada bastó para darme de bruces con todo aquello que me implanté. Todo dio un giro de ciento ochenta grados, todo cambió de un segundo a otro. Las cenizas volvieron a prender, el corazón volvió a latir, todas las piezas del puzle perdidas volvieron a encajar. Tras tanto tiempo sin ver, volví a abrir los ojos. Una sonrisa que rompió barreras, infranqueable e imbatible. Es difícil volver a sentir cuando te rompen el corazón en mil pedazos, pero es más difícil privar a un corazón que siente el volver a amar. 


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